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Vlog docente: un día de reset después de las evaluaciones

  • Foto del escritor: Sustainable Teacher
    Sustainable Teacher
  • 14 jul 2024
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 20 ago

Hoy quiero compartir un vlog diferente: un día de reset docente, ese momento necesario después de semanas intensas de evaluaciones, reuniones y organización de grupos. Porque ser profesora no es solo dar clases: es también cuadrar horarios, coordinar proyectos, pasar matrículas, devolver libros del programa Accede y, en definitiva, hacer malabares para que todo encaje.


Este post es una mezcla entre diario personal y reflexión sobre autocuidado docente. Un recordatorio de que también es importante parar, reorganizarse y recuperar la normalidad.


Vídeo sobre Vlog docente: un día de reset después de las evaluaciones


El cansancio tras las evaluaciones



El inicio del curso y las evaluaciones siempre son una montaña rusa. Este año no ha sido diferente: horarios, cupos, grupos, memorias… y todo ello sumado al trabajo de jefatura.


Llega un punto en el que el cuerpo dice basta: cansancio acumulado, comidas rápidas en el instituto, jornadas partidas sin apenas desconexión. Por eso decidí que, después de tanto, necesitaba un día de reset.




Reset day: empezar con calma



Ese día fue distinto:


  • Llegué a casa, me cambié de ropa y recogí lo que había quedado por la mañana.

  • Me preparé un café (aunque dudé hasta el último momento).

  • Y antes de ponerme con todo, hice una meditación corta.



La meditación me ayudó a marcar la diferencia: de la prisa y el caos del instituto, pasé a un momento de calma y presencia. Es un hábito que intento mantener porque sé lo bien que me sienta, aunque reconozco que no siempre lo consigo.




Organización de la tarde



Mi idea era clara: aprovechar la tarde para ponerme al día, tanto en lo personal como en lo profesional. La lista incluía:


  1. Grabar dos vídeos para YouTube.


    • Uno sobre las prácticas de laboratorio que realicé este curso.

    • Otro sobre el reto de “Julio sin plásticos”.


  2. Editar ambos vídeos para poder programarlos y dedicar otro día a los subtítulos.

  3. Limpieza general de la casa, que llevaba atrasada desde el fin de semana.


    • Esta vez tocaba extra en la cocina: limpiar muebles por dentro.

    • También puse lavadora y doblé ropa (aunque esto lo dejé casi para el final del día).


  4. Deberes de alemán, que quedaron pendientes para el día siguiente.



El truco fue organizarlo en bloques: grabar primero, limpiar mientras los vídeos pasaban al ordenador y editar después.




El papel de YouTube en mi reset



Para mí, YouTube es parte del equilibrio:


  • Es un espacio de creatividad y conexión con otros profes y personas interesadas en sostenibilidad.

  • Es un compromiso conmigo misma, porque me obliga a mantener constancia.

  • Pero también puede convertirse en una carga si me atraso.



Por eso estos días de reset son tan importantes: me permiten grabar, editar y programar con antelación, para no ir siempre a contrarreloj.




Autocuidado en pequeñas rutinas



Un reset day no es solo tachar tareas de la lista. También es cuidar de mí misma:


  • Meditar al llegar a casa.

  • Hacer un café tranquilo, disfrutando del silencio.

  • Dedicar un rato a limpiar, pero sin verlo como obligación sino como parte del orden mental.

  • Cerrar el día con algo que me guste, en este caso, la lectura.



Ese día empecé Los nombres propios, de María Jiménez Serrano, una novela tierna y original narrada desde la voz de una amiga imaginaria. Me atrapó tanto que me vi reflejada en muchos recuerdos de infancia: ver la tele en verano, jugar en la piscina, comer fruta recién cogida…




Lecturas que me acompañan



Además de esa novela, tengo otras lecturas en marcha:


  • La saga Blackwater, que me atrapó por Instagram y que quiero probar a ver si engancha.

  • La guerra de la amapola, de R.F. Kuang, aunque no ha terminado de convencerme pese a las buenas críticas.

  • Y un reto mayor: Postguerra, de Tony Judt, un análisis histórico de 1200 páginas que ayuda a entender la Europa contemporánea y sus conexiones con China, Estados Unidos o Rusia.



Leer es otra forma de reset: me permite cambiar de escenario, desconectar y a la vez aprender.




Reflexiones finales: la importancia del reset docente



Al terminar el día, me sentí satisfecha:


  • Grabé y edité dos vídeos.

  • Limpié la casa y la cocina.

  • Organicé la ropa.

  • Dejé listo el trabajo para el día siguiente.



Sí, se quedaron pendientes los deberes de alemán, pero no pasa nada. Lo importante fue la sensación de haber recuperado el control después de días de caos.


Un reset day no es un lujo: es una necesidad docente. Nos ayuda a parar, poner orden y recargar energía para seguir con fuerza. En mi caso, es el equilibrio entre el instituto, la vida personal y mi proyecto de sostenibilidad y comunicación.




Conclusión



Los profes no solo necesitamos preparar clases y corregir exámenes: también necesitamos resetear, limpiar, grabar, leer, meditar. Porque si no cuidamos estos espacios, el curso puede arrastrarnos.


Este vlog ha sido una ventana a ese proceso personal, un recordatorio de que no somos máquinas. Espero que al leerlo te inspires para buscar tu propio reset day, adaptado a tu vida, tus rutinas y tus necesidades.

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