Actividad sobre el azúcar añadido lista para usar en clase (en español e inglés)
- Sustainable Teacher
- 3 nov
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 12 nov
¿Te has parado a pensar alguna vez en cuánto azúcar comemos sin darnos cuenta?
No es una pregunta de nutricionista, es una pregunta de ciencia, de pensamiento crítico y de educación para la salud.
En este post te dejo una sesión completa para el aula, con todo el material que necesitas: una presentación, un juego por equipos y una guía docente en dos idiomas (inglés y español). Todo lo puedes descargar y adaptar fácilmente a tu centro, tu grupo o tu asignatura.

Por qué hablar del azúcar en clase
El azúcar es uno de esos temas que todos creemos entender, pero sobre el que casi nadie reflexiona a fondo.
Sabemos que “hay que tomar menos”, pero la realidad es que está presente en prácticamente todos los productos industriales: desde un yogur “0 % grasa” hasta una salsa de tomate.
El objetivo de esta sesión no es demonizar el azúcar. Nuestro cuerpo necesita glucosa. Lo que buscamos es distinguir entre el azúcar natural y el azúcar añadido, y sobre todo, aprender a detectar cuándo la industria alimentaria lo disfraza con otros nombres o lo introduce en productos que no esperaríamos.
Cuando un alumno te dice que “no toma azúcar” pero cada mañana desayuna un zumo, unas galletas “digestive” y un pan de molde, entonces tienes el contexto perfecto para enseñar ciencia, consumo responsable y salud al mismo tiempo.
Qué incluye este material
Todo el conjunto está pensado para una sesión de unos 55 minutos, adaptable tanto a ESO como a Bachillerato. Puedes usarlo en Biología, tutoría o dentro de un programa de educación para la salud.
1. Presentación PowerPoint (en español e inglés)
Incluye dos partes:
Una introducción teórica, con explicaciones sencillas sobre qué es el azúcar, sus tipos, su papel en el cuerpo y las consecuencias del exceso.
Una segunda parte dedicada al azúcar escondido y la lectura de etiquetas, con ejemplos reales y lenguaje accesible para el aula.
Las presentaciones están creadas con código VBA (macros), lo que te permite generar automáticamente las diapositivas con todos los textos listos para usar. Solo tienes que insertar las imágenes de los alimentos que tú quieras mostrar.
2. Juego “Apuesta dulce” (Sweet Bet)
El corazón de la sesión es el juego.
Funciona como una dinámica de equipo al estilo de un concurso de estimación: cada grupo debe apostar cuántos gramos de azúcar creen que contiene un alimento por ración.
Hay diez productos propuestos (refresco, yogur, barrita de cereales, cacao soluble, pan de molde, etc.), pero puedes cambiar o añadir los que mejor se adapten a tu alumnado.
El formato es muy flexible:
3 puntos para el equipo más cercano.
2 puntos para el segundo.
5 puntos si alguien acierta exactamente.
Si hay empate, ambos ganan los puntos.
El ambiente que se crea en el aula es muy participativo: discuten, se sorprenden, justifican sus respuestas y se ríen mientras aprenden.
Las soluciones están dentro de la propia presentación
3. Guía docente bilingüe
Una guía completa en español e inglés con:
Objetivos didácticos.
Materiales y desarrollo paso a paso.
Preguntas de reflexión que permiten otorgar puntos extra.
Criterios de observación y evaluación.
La guía está pensada para que cualquier docente pueda aplicarla, incluso sin experiencia en este tipo de dinámicas. También puede usarse en proyectos bilingües o en clases CLIL, ya que el contenido está traducido al completo.
Cómo usar la sesión paso a paso
1. Introducción y activación de ideas previas
Empieza con una pregunta abierta:
“¿El azúcar es bueno o malo?”
Deja que el grupo conteste sin corregir. Lo importante es que verbalicen sus ideas.
Después, usa las diapositivas para explicar de forma breve:
Qué es el azúcar.
Qué diferencia hay entre azúcar natural y azúcar añadido.
Qué ocurre cuando consumimos demasiado.
Qué recomienda la OMS (menos del 10 % de las calorías diarias, idealmente 5 %).
Esta parte no debe durar más de 10 minutos.
El objetivo es despertar la curiosidad, no dar una clase teórica larga.
2. El azúcar escondido
Aquí es donde empieza la sorpresa.
Muestra imágenes de productos que parezcan sanos (yogures, cereales, zumos, pan de molde, bebidas vegetales…) y pide que lean los ingredientes.
Explica que el azúcar puede aparecer con muchos nombres distintos:
jarabe de maíz, dextrosa, maltosa, sirope, miel, concentrado de fruta…
Todos son azúcar.
Esta parte sirve para abrir los ojos ante el etiquetado y el marketing.
Puedes plantearlo como un mini reto:
¿Quién encuentra más nombres de azúcar en una etiqueta real?
3. El juego de estimación
Es la parte más dinámica y divertida.
Divide la clase en equipos de 4 o 5 alumnos.
Muestra un alimento por diapositiva.
Cada equipo escribe en un papel cuántos gramos de azúcar cree que contiene una ración.
Muestra la respuesta real (según tu tabla de soluciones).
Asigna puntos según la cercanía de la respuesta.
Si quieres hacerlo más visual, utiliza azúcar real.
Coloca los terrones o cucharadas correspondientes a cada producto: un batido con 6 cucharaditas o un refresco con 9 impresiona más que cualquier número.
Puedes cerrar el juego con un marcador y premios simbólicos (por ejemplo, puntos extra o un diploma “experto en azúcar escondido”).
4. Reflexión y preguntas bonus
Durante el juego o al final, plantea preguntas que les obliguen a pensar un poco más.
Estas preguntas valen un punto extra si el grupo da una respuesta razonada o interesante:
¿Por qué una salsa de tomate lleva azúcar?
¿Qué es peor, el azúcar en un alimento sólido o en uno líquido?
¿Por qué los productos “light” suelen tener azúcar?
¿Qué significa que un producto tenga azúcar “de caña integral”?
¿Crees que es fácil saber cuánta azúcar tomamos al día?
Estas pequeñas reflexiones transforman la actividad en algo más que un juego: se convierte en una experiencia de pensamiento crítico sobre la alimentación.
5. Cierre y evaluación
Cierra la sesión con una frase sencilla y directa:
“El problema no es comer azúcar, sino no saber cuánto azúcar comemos sin darnos cuenta.”
Puedes dejarles un pequeño reto para casa: que revisen etiquetas de productos que tengan en casa y anoten los nombres con los que aparece el azúcar.
En la siguiente clase podéis compartir los hallazgos o hacer un ranking de productos “más dulces de lo que parecen”.
Evaluación recomendada:
Participación activa en el juego.
Capacidad de argumentar y justificar.
Trabajo en equipo.
Actitud crítica hacia la información alimentaria.
Para qué sirve este tipo de actividad
Este tipo de dinámica cumple varios objetivos a la vez:
Aprendizaje significativo: los datos se asimilan mejor cuando hay juego, sorpresa y participación.
Educación para la salud: conecta directamente con los hábitos cotidianos de los alumnos.
Pensamiento crítico: no se limita a memorizar, sino a entender el porqué de las cosas.
Competencia digital y lingüística: si usas la versión en inglés, también trabajas vocabulario y comprensión.
Cómo puedes adaptarlo
En cursos bajos (1º–2º ESO): usa productos muy comunes y simplifica las preguntas.
En Bachillerato: amplía el debate con temas como metabolismo, etiquetado, consumo responsable o publicidad.
En tutoría: relaciónalo con los hábitos de desayuno, consumo de refrescos o gestión de emociones y comida.
En proyectos bilingües: combina la presentación en inglés y la reflexión final en español.
Descarga y uso libre
Todo el material es editable.
Puedes descargar:
Las presentaciones: teoría y juego.
La guía docente bilingüe en formato Word.
Solo te pido que si lo usas en tu centro, cites la fuente o enlaces este post para que más profes puedan adaptarlo.
Aquí lo tienes:
Conclusión
Hablar del azúcar en el aula no es hablar de comida.
Es hablar de cómo pensamos, cómo consumimos y cómo nos dejamos influir por la publicidad.
Y si además podemos hacerlo jugando, debatiendo y aprendiendo a leer etiquetas, entonces sí estamos enseñando ciencia para la vida









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