El Impacto Ambiental de las Nubes de Almacenamiento
- Sustainable Teacher
- 18 ago 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 19 ago
Hoy continuamos con la serie “El impacto de”, en la que analizamos cómo pequeñas acciones cotidianas tienen consecuencias medioambientales que a veces no imaginamos.
Eso sí, a partir de ahora con un nuevo formato: vídeos y entradas más cortas, con tono cercano y ejemplos muy claros para que el mensaje se recuerde fácilmente.
¿Qué impacto tienen las nubes de almacenamiento?
Seguro que te ha pasado: vuelves de un viaje y lo primero que haces es ordenar las fotos que has recibido en WhatsApp o que has hecho con tu móvil. De repente descubres que son ¡2 GB de imágenes!¿Dónde las guardas? En la nube, claro. Google Drive, iCloud, Dropbox… la que sea. Es cómodo, no ocupa espacio en el móvil, pero tiene un coste oculto: un fuerte impacto ambiental.
Los servidores que almacenan nuestros archivos consumen grandes cantidades de energía y agua. Su huella se mide principalmente en emisiones de dióxido de carbono.
La huella de carbono de tus fotos
Guardar 2 GB de fotos en la nube supone emitir aproximadamente 7 kg de CO₂ a la atmósfera.
Para hacernos una idea: esa misma cantidad de emisiones equivale a tener una bombilla LED encendida 4 horas al día durante todo un año.Y eso es solo por 2 GB.
El impacto a gran escala
Si ampliamos la mirada y pensamos en un servicio entero como Google Drive o OneDrive, la cifra asciende a 14 millones de toneladas de CO₂ al año.
Esa cantidad de emisiones equivale al consumo energético urbano anual de toda la ciudad de Los Ángeles.En otras palabras, usar nubes de almacenamiento tiene un impacto enorme cuando lo sumamos entre millones de usuarios.
¿Dejamos de usar la nube?
La respuesta es sencilla: no.Yo también uso nubes de almacenamiento para guardar mis archivos de Sustainable Teacher. La nube es práctica, segura y necesaria en muchos casos.
Pero sí podemos reducir su huella ecológica con pequeños gestos conscientes.
Consejos para un uso más sostenible de la nube
Elige servidores que usen energías renovables. Es tan fácil como buscar en Google “Dropbox energías renovables” o “iCloud energía verde”. Las compañías suelen hacer pública esta información porque todas quieren mostrar lo sostenibles que son.
Prefiere empresas que compensen su huella de carbono.Muchas compañías plantan árboles como estrategia de compensación. Aunque sabemos que esa absorción de CO₂ es a largo plazo y no inmediata, siempre será mejor que no hacer nada.
Con estas dos acciones sencillas podemos reducir, al menos en parte, el impacto ambiental de nuestras nubes.
Conclusión
Guardar fotos, vídeos y archivos en la nube es una herramienta fantástica, pero no gratuita para el planeta.Ese pequeño gesto cotidiano tiene un coste en forma de emisiones de gases de efecto invernadero y consumo energético.
La clave está en ser conscientes de este impacto y elegir opciones más sostenibles: servidores con energías renovables, empresas que compensen emisiones y, siempre que sea posible, limitar el almacenamiento innecesario.
¿Tú qué opinas? ¿Prefieres este formato más breve y directo, o te gustan los análisis largos llenos de datos? Cuéntamelo en los comentarios.
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