Cómo saber tu huella de carbono y ecológica: 3 tests online para empezar a ser más sostenible
- Sustainable Teacher
- 28 ago 2020
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 16 ago
Con este post damos inicio a una nueva serie titulada “Cómo ser más sostenible”, en la que quiero mostrarte los pequeños cambios que yo he ido aplicando en mi vida y que tú también puedes empezar a implementar. La idea es hacerlo poco a poco, sin presión y de manera realista, para que estos cambios se conviertan en hábitos permanentes.
Hoy no voy a darte todavía una lista de consejos prácticos, sino que vamos a dar un primer paso muy importante: conocer nuestro impacto real en el planeta. Para ello, te voy a enseñar tres herramientas online muy útiles que te permitirán calcular tu huella de carbono y tu huella ecológica.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es una medida que nos dice cuánto dióxido de carbono (CO₂) y otros gases de efecto invernadero producimos con nuestras actividades diarias.Se expresa en toneladas de CO₂ equivalente al año y se calcula a partir de aspectos como:
El consumo energético de tu vivienda (electricidad, calefacción, agua caliente).
Tus hábitos de transporte (coche, avión, transporte público).
Tu dieta (cantidad de carne, pescado, lácteos o si eres vegetariano/vegano).
Los productos que consumes y compras a lo largo del año.
En resumen, es un indicador bastante directo de cuánto contribuimos al calentamiento global con nuestro estilo de vida.
¿Y qué es la huella ecológica?
La huella ecológica es un concepto más amplio. Incluye la huella de carbono, pero también mide cuántos recursos naturales usamos y qué superficie de tierra y mar se necesita para sostener nuestro estilo de vida.
Por ejemplo:
La superficie de cultivos y pastos necesarios para producir tu comida.
Los bosques necesarios para absorber las emisiones que generas.
El agua usada para producir todo lo que consumes.
El impacto de tus bienes de consumo (ropa, tecnología, muebles…).
Se mide en hectáreas globales (hag). Es decir, cuántas hectáreas de planeta hacen falta para mantener tu nivel de consumo. Lo interesante es que luego puedes compararlo con la media de tu país y con la biocapacidad del planeta (lo que la Tierra puede regenerar de manera sostenible).
¿Por qué es importante medir nuestra huella?
Antes de lanzarnos a cambiar hábitos de golpe, conviene tener una idea clara de dónde estamos generando más impacto.
Quizá piensas que tu huella está en el transporte, pero en realidad tu punto débil es la alimentación. O tal vez ya consumes poca carne, pero tu gasto energético en casa es muy alto.
Al hacer estos tests:
Visualizas tu impacto real.
Identificas las áreas de mejora.
Puedes ir cambiando paso a paso en lugar de sentir que tienes que transformarlo todo de golpe.
Es mucho más motivador saber que el esfuerzo se concentra en lo que más importa.
Test 1: Treedom (huella de carbono sencilla y visual)
El primer test que te recomiendo es el de Treedom, una ONG que se dedica a plantar árboles en diferentes partes del mundo, sobre todo en zonas con problemas de deforestación o desertificación.
El test es muy sencillo, casi como un juego. Solo tienes que contestar preguntas sobre tu casa, tu alimentación, tu transporte y tu consumo tecnológico. Lo mejor es que es muy visual y rápido, perfecto incluso para hacerlo con tus hijos o con estudiantes en clase.
Una vez terminado, te da un resultado aproximado de cuántas toneladas de CO₂ produces al año. Por ejemplo, en mi caso el cálculo fue de 3,5 toneladas anuales. No es un mal dato, pero todavía se puede mejorar.
Al final, como es lógico, la página te ofrece la opción de compensar tu huella comprando árboles. No es obligatorio, pero está bien saber que existe la posibilidad.
👉 Lo mejor de Treedom: su sencillez y el toque educativo.
👉 Lo peor: no es muy detallado, así que el resultado es más general.
Test 2: Huella ecológica (más completo y detallado)
El segundo test está centrado en la huella ecológica. Este es más largo y detallado, pero a cambio te da información más rica.
Tendrás que responder preguntas sobre:
Alimentación (qué comes y con qué frecuencia).
Consumo energético en casa.
Transporte (coche, avión, transporte público, bici, etc.).
Bienes y servicios que compras habitualmente.
El resultado final te indica cuántas hectáreas globales necesitarías para sostener tu estilo de vida. Además, te muestra qué porcentaje de tu huella corresponde a la huella de carbono.
Lo interesante de este test es que también te dice en qué categorías tienes más impacto. Por ejemplo, en mi caso:
La alimentación es lo que más pesa en mi huella.
La movilidad, en cambio, apenas suma gracias a que uso transporte eléctrico.
👉 Lo mejor: es muy completo y ofrece soluciones personalizadas.
👉 Lo peor: requiere registrarse y es algo más largo de rellenar.
Test 3: Calculadora de huella de carbono específica
El tercer test que probé es más técnico y menos bonito visualmente, pero ofrece datos muy concretos.
Aquí tienes que introducir cifras reales:
Consumo de electricidad y gas de tu vivienda.
Kilómetros recorridos en coche, tren o avión durante un año.
Gasto anual aproximado en alimentación y bienes.
El resultado es muy detallado y te da la huella en toneladas de CO₂. En mi caso, al incluir un viaje en coche que no puse en los otros tests, el resultado subió a 5 toneladas anuales.
👉 Lo mejor: es muy específico y realista.
👉 Lo peor: puede ser tedioso recopilar todos los datos.
Comparando los resultados
Lo más interesante de probar varios tests es ver que los resultados varían, pero siempre dentro de un rango.
En mi caso: entre 3,5 y 5 toneladas de CO₂ al año.
La media nacional suele estar por encima de eso, así que no está mal, aunque todavía queda mucho por mejorar.
Lo que sí me ha quedado claro es que la alimentación y el consumo de electricidad son mis dos grandes áreas de impacto.
Cómo usar estos datos para cambiar hábitos
Hacer el test está muy bien, pero lo más importante es lo que hagas después.Aquí van algunos consejos para empezar:
Elige un área donde tu huella sea alta y céntrate en reducirla (por ejemplo, transporte o alimentación).
Haz un solo cambio a la vez. Cuando ese hábito esté consolidado, añade otro.
Compara de nuevo en unos meses. Repite el test para comprobar si tu huella ha bajado.
No te frustres. La sostenibilidad es un camino, no un destino.
Conclusión
Medir tu huella de carbono o tu huella ecológica es un primer paso fundamental para empezar a vivir de forma más sostenible.
Gracias a estos tres tests puedes descubrir de manera sencilla y práctica cuál es tu impacto y, lo más importante, en qué áreas deberías enfocarte primero.
Recuerda: no hace falta cambiarlo todo de golpe. Es mejor dar pasos pequeños pero firmes. La sostenibilidad no consiste en hacerlo perfecto, sino en hacerlo mejor cada día.
💬 Y ahora te toca a ti:
¿Has hecho alguna vez un test de huella ecológica o de huella de carbono?
¿Cuál fue tu resultado?
¿Qué área crees que deberías cambiar primero?
Cuéntamelo en los comentarios, me encantará leerte.Y si este post te ha parecido útil, compártelo y suscríbete para no perderte la siguiente entrega de Cómo ser más sostenible.











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