Propósitos de inicio de curso docente 2024-2025: reflexiones de una profe
- Sustainable Teacher
- 22 sept 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 20 ago
En este artículo quiero desearte un feliz año nuevo docente, porque aunque el calendario lo marca en enero, para quienes trabajamos en educación el auténtico reinicio llega en septiembre. Empieza el curso 2024-2025 y, como cada año, quiero compartir contigo mis propósitos de inicio de curso.
Son algo así como los propósitos de Año Nuevo, pero en versión profesora. Lo llevo haciendo desde hace años: repaso qué metas me puse en el curso anterior, cuáles se cumplieron y cuáles no, y después me marco objetivos realistas para el nuevo curso.
Mirando atrás: mis propósitos del curso 2023-2024
El año pasado me marqué tres propósitos. No eran demasiados, pero aun así alguno se me quedó por el camino.
Hacer más prácticas de laboratorio.
✅ ¡Cumplido! Ha sido el curso en el que más prácticas he hecho con mis alumnos. Estoy convencida de que el aprendizaje práctico refuerza la motivación y ayuda a entender mejor los conceptos de ciencias.
Dedicar más tiempo al proyecto Ecoescuelas.
✅ También cumplido. Gracias a que pude dedicar una asignatura completa a este proyecto, conseguimos afianzarlo en el centro. Este año incluso podré delegar en otros compañeros, así que seguirá creciendo.
Tener más orden en clase (yo, no los alumnos).
❌ Este fue el gran fracaso. Como jefa de estudios, mi día a día está lleno de imprevistos: reuniones, incidencias, llamadas… Al final entraba tarde a clase, se alteraban mis planes y aunque terminamos temarios y prácticas, nunca con la organización que yo deseaba. Aprendí que hay propósitos que no encajan con la realidad de tu cargo, y este es uno de ellos.
En resumen, dos de tres objetivos cumplidos. Nada mal, aunque me quedé con la espinita del orden personal.
Mis 5 propósitos para el curso 2024-2025
Este año he decidido ser más ambiciosa y marcarme cinco propósitos. Pero no todos están centrados en lo académico: muchos tienen que ver con cuidar mi salud mental y física, porque si yo no estoy bien, no puedo dar lo mejor de mí en clase.
1. Apostar por la ciencia ciudadana
Quiero llevar este enfoque a todas mis clases de ciencias. La ciencia ciudadana conecta a los alumnos con proyectos reales de investigación en los que pueden participar, desde el seguimiento de aves hasta el análisis de microplásticos. Ya tengo recursos preparados en la web y pienso empezar desde el primer día.
¿Por qué es importante? Porque convierte a los estudiantes en protagonistas del aprendizaje y, al mismo tiempo, contribuye a la sociedad. La escuela no debería ser un lugar aislado del mundo real.
2. Comer más despacio
Puede sonar trivial, pero para mí no lo es. En el instituto, con prisas y estrés, como siempre a toda velocidad. El colmo fue cuando me encontré comiendo de pie, frente al ordenador, sin calentar la comida. Eso no puede ser: alimentarse es autocuidado.
Mi propósito es comer con calma, incluso en el instituto, porque hacerlo rápido no solo es malo para la digestión, también lo es para la salud mental.
3. Cuidar mi espalda
Pasar tantas horas frente al ordenador como jefa de estudios me ha pasado factura. Suelo acabar con dolor por malas posturas: portátil en las rodillas, silla incómoda, reuniones eternas… Este curso quiero ser mucho más consciente de mi postura.
Además, me he propuesto ir al fisio de manera periódica, algo que muchas veces pospongo. Cuidar la espalda es invertir en calidad de vida.
4. Organizar mejor los domingos
Los domingos por la tarde los dedico a preparar clases, corregir exámenes y grabar para YouTube. El problema es que suelo empezar demasiado tarde y termino tan agotada que nunca tengo tiempo para mi pequeño ritual de spa casero: una ducha tranquila, mascarilla, velas y música.
Este año quiero que cambie. Quiero organizarme mejor, calcular bien las horas y dejar un espacio para desconectar antes de empezar la semana. Descansar también es trabajar mejor.
5. Paseo de domingo obligatorio
Relacionado con lo anterior: muchos domingos caigo en la trampa del sofá después de comer, me echo la siesta y ya se me va medio día. Para evitarlo, mi propósito es salir a pasear cada domingo después de comer.
Un paseo al sol, en la naturaleza o aunque sea en el centro comercial, me ayudará a recargar pilas. Y al volver, directo al estudio a preparar la semana. Así evito empezar tarde, y garantizo que al final de la tarde me quede ese ratito para mí.
Lo que he aprendido con los propósitos docentes
Llevo varios años con este ritual de propósitos de inicio de curso y he sacado algunas conclusiones:
No hace falta cumplirlos todos. Dos de tres ya es un éxito.
Hay que adaptarlos a la realidad de tu vida. Ser jefa de estudios hace imposible aspirar a un orden absoluto.
Cuidar de ti mismo también es un propósito docente. Porque los profes somos personas antes que profesores.
Compartirlos en público ayuda a comprometerse. Al contarlos aquí, me siento más responsable de cumplirlos.
Conclusión: un curso para cuidar la mente y el cuerpo
El curso 2024-2025 será un reto, como todos. Pero mis cinco propósitos van encaminados a una idea: estar bien para poder enseñar mejor.
Quiero hacer ciencia ciudadana con mis alumnos, pero también quiero cuidar mi salud física (espalda, alimentación) y mental (paseos, spa de domingo). Porque un profe feliz y equilibrado transmite energía positiva a su alumnado.
Y tú, ¿tienes propósitos de inicio de curso? ¿Son más académicos, como proyectos de aula, o más personales, como cuidarte mejor? Déjamelo en comentarios.
¡Feliz inicio de curso a todos! Que lo tomemos con ilusión, ganas y mucha filosofía.
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