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Paddle Surf en el embalse de Entrepeñas: una escapada diferente (y sostenible)

  • Foto del escritor: Sustainable Teacher
    Sustainable Teacher
  • 3 ago
  • 3 Min. de lectura

En el post de hoy te traigo un vlog de sábado de julio. Sí, todavía estoy trabajando (los equipos directivos seguimos en activo en pleno verano), pero eso no significa que no pueda haber momentos para desconectar. Hoy quiero contarte cómo fue mi primera experiencia haciendo paddle surf cerca de Madrid, concretamente en el embalse de Entrepeñas, en Guadalajara.

¿Te vienes conmigo?


Video vlog sobre mi iniciación en paddle surf

☀️ Julio con calor, trabajo… y ganas de desconectar

Como sabes, el mes de julio para quienes formamos parte de un equipo directivo es de todo menos vacaciones. Seguimos en reuniones, planificación, gestión y miles de cosas más. Pero también creo que es importante buscar espacios donde una pueda respirar, parar, desconectar sin necesidad de grandes viajes.


Hablando con una amiga con la que suelo hacer planes tipo raquetas de nieve en invierno, nos animamos a probar el paddle surf. Para quien no lo conozca, es ese deporte donde remas de pie sobre una tabla, tipo surf, pero inflable. Lo teníamos pendiente desde hace tiempo, y este fin de semana decidimos lanzarnos.




Rumbo al embalse de Entrepeñas

Llegamos a Sacedón, un pueblo en la provincia de Guadalajara. Allí alquilamos el material con Sacedón Multiaventura, una empresa local que tiene base en el mismo pueblo y que te lo pone muy fácil para disfrutar del embalse.


Nosotras cogimos un alquiler de 4 horas (spoiler: si es tu primera vez, con 3 vas bien). El embalse es enorme, así que decidimos hacer una ruta cortita, descansar, bañarnos y disfrutar sin prisas.


Por cierto, aunque hay varias webs y empresas con nombres similares como Trillo Multiaventura o Buendía Multiaventura, muchas parecen gestionadas por el mismo grupo.



Preparativos sostenibles

Como era un día de deporte y sol, no hubo maquillaje, pero sí mucho protector solar (cada dos horas religiosamente). Aun así, acabé con marcas del bañador y el chaleco. Pero no me quemé, que ya es bastante. 😅


Llevaba ropa cómoda encima del bañador, y preparé también la comida para llevar en la tabla:


  • Snack de frutos secos y dátiles

  • Servilleta de tela y cubiertos reutilizables

  • Tortilla vegana con harina de garbanzo (¡riquísima, por cierto!)

  • Fruta en bolsa de tela

  • Dos botellas de agua y acumuladores de frío


Todo en una mochila, perfecta para transportar sin generar residuos. Porque sí, se puede hacer paddle surf sin dejar huella.




Navegar, remar… y reconectar

Una vez en el agua, ¡qué paz! A los 10 minutos ya estaba de pie sobre la tabla. Tengo buen equilibrio y me sentí bastante cómoda desde el principio. La sensación de deslizarte por el agua, con el sol, el silencio y el paisaje, es una auténtica terapia de desconexión mental.


Nos quedamos cerca de la islita frente a la orilla. El embalse de Entrepeñas es inmenso, así que hay margen para todos. Eso sí, si vas un finde, llega temprano: a las 10:30 ya había bastante gente situándose con sillas y sombrillas.


Me gustó que hay pequeñas calitas donde descansar y que el agua, una vez te alejabas de la orilla, estaba limpia y transparente. Muy recomendable.



Picnic post-remada y reflexión sostenible

Después del paseo, nos fuimos a un parque con césped al lado del embalse y nos comimos la tortilla vegana. Aguantó bien el transporte, y mi amiga alucinó cuando le dije que no llevaba huevo. Así que sí, receta aprobada.


Y mientras comíamos, pensaba en lo positivo que es poder tener este tipo de experiencias cerca de casa. No hace falta coger un avión ni gastar mucho para conectar con la naturaleza. Además, el paddle surf es una alternativa mucho más sostenible que una embarcación a motor, sin ruido, sin emisiones, y con mucho más contacto con el entorno.


Eso sí, si alguna vez te planteas comprar tu propio equipo, infórmate bien: en embalses se necesitan permisos de las confederaciones hidrográficas, y si llevas material propio, debes garantizar su desinfección para evitar especies invasoras como el mejillón cebra o el camalote.




¿Repetiría?

Definitivamente, .

Me encantó la experiencia, tanto por el deporte en sí como por lo que supuso a nivel emocional. Desconecté, me reí, respiré aire puro y volví con energía renovada.


Quiero probarlo también en la playa, que debe ser otra historia. Pero ya estoy mirando fechas para repetir en algún otro embalse cercano a Madrid o Guadalajara.




Consejos rápidos si te animas:

  • Reserva con antelación, sobre todo en fines de semana.

  • Lleva crema solar y reaplica.

  • Ropa cómoda y bañador debajo.

  • Mochila con comida sencilla y sin residuos.

  • Disfruta del silencio: apaga el móvil o déjalo solo para fotos.


Espero que esta entrada te anime a probar una escapada así.

Y si quieres ver todo esto en vídeo, ya sabes que tienes el vlog completo en mi canal de YouTube.


Gracias por leer, por estar al otro lado, y por seguir construyendo comunidad desde lo cotidiano.


Nos vemos pronto,

1 comentario


Imani Lesch
Imani Lesch
03 oct

Me ha gustado mucho cómo se presenta el paddle surf en el embalse de Entrepeñas como una opción sostenible y distinta para disfrutar de la naturaleza. Este tipo de actividades ayudan a desconectar y al mismo tiempo a valorar el entorno. Además, me recordó la sensación de libertad que también se vive en destinos costeros donde el mar es protagonista. Mientras leía pensaba en la diversidad de planes que uno puede encontrar, desde deportes acuáticos hasta proyectos como Teneriffa Immobilien, que conectan con un estilo de vida cerca del agua. Sin duda, este tipo de experiencias inspiran a viajar más consciente y con respeto hacia el medio ambiente.

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