🛁 Mis 5 esenciales zero waste en el baño | Cómo ser más sostenible en tu rutina diaria
- Sustainable Teacher
- 20 sept 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 31 jul
En el primer vídeo de esta serie, “¿Cómo ser más sostenible?”, hicimos un test para detectar nuestra huella ecológica. Si te pasó como a mí la primera vez, probablemente te sorprendiste al ver lo alta que era. Y sí, mucho más alta de lo que la Tierra puede soportar.
Por eso, en esta serie te voy a contar los cambios que he ido haciendo en mi día a día para reducir esa huella. Y hoy empezamos por el baño. Porque todos pasamos por él cada día, y qué mejor que cuidar de nuestro cuerpo mientras cuidamos también del planeta.
🪥 1. Peine de madera
Mi primer esencial es mi peine. Antes tenía uno de plástico, como casi todo el mundo. Pero siempre tuve dos problemas con ellos: las púas blandas que no peinaban bien y esas puntas redondas que, cuando se caen, arañan el cuero cabelludo.
Así que, aprovechando que el mío ya estaba en las últimas, lo cambié por uno de madera. El mío es de madera de sándalo, lo compré en una tienda local, pero también hay opciones similares online. Al principio olía genial, aunque ahora huele a los productos que uso.
Lo que más me gusta es el tacto de las púas: peinarme se ha convertido en un masaje diario. Además, al ser de madera, es más duradero, biodegradable y mucho más agradable de usar.
🚿 2. Jabón y champú sólido
Pasamos a la ducha. ¿Qué usamos normalmente? Gel y champú líquido, en botes de plástico. Pues desde hace un par de años, yo no uso nada de eso. Uso pastillas de jabón y champú sólido.
🧼 Jabón tradicional
Uso el jabón de toda la vida, el que hacían las abuelas con aceite usado. Lo llaman jabón de sosa, de Castilla, de Marsella… todos son variantes de la misma receta sencilla. Si te interesa, puedo hacer un vídeo explicando cómo lo hago.
Lo uso con una esponja de lufa natural: humedezco ambas cosas, froto el jabón en la lufa y me ducho. Es eficaz, suave con la piel y completamente libre de envases plásticos.
💆 Champú sólido y el método “No Poo”
Mi champú también es sólido. Huele a lavanda y lo hago yo misma. Descubrí el método “No Poo”, que defiende que los champús comerciales tienen detergentes muy agresivos que dañan la grasa natural del cuero cabelludo. Por eso, después de usarlos, necesitamos acondicionador.
Los champús sólidos naturales respetan el pH y la grasa natural del cuero cabelludo. Desde que los uso, no necesito acondicionador. Solo aplico una mascarilla una vez al mes, y a veces simplemente uso aceite de oliva.
Si no quieres hacer tu propio champú, te recomiendo uno que probé y me fue genial: el de la marca Secrets de Provence. Antes venía en plástico, pero ahora lo venden en cartón. ¡Un gran avance!
Y sí, sé que me vais a preguntar por la lata. Uso una de aluminio, comprada en Mi Cosmética Casera. Es perfecta para viajar, ir al gimnasio o hacer un regalo sostenible.
🧴 3. Manteca corporal casera
Mi tercer esencial es mi loción corporal. Bueno, en realidad es una manteca corporal, lo que en inglés llaman body butter. Lleva aceite de coco, manteca de karité, aceite de almendras y aceite de caléndula.
Sé que el coco y el karité no se cultivan aquí, y que su transporte tiene huella ecológica. Pero tengo la piel muy seca, con eczemas, y antes usaba cremas de farmacia dos veces al día sin resultados. Esta mezcla me va genial, así que no la cambio.
El aceite de almendras y caléndula sí suelen producirse localmente, y los uso en menor proporción para calmar irritaciones. Por ejemplo, si me rozo con una cadena y me sale una erupción, estos aceites son muy calmantes.
🧪 Ajustes según la estación
La proporción varía según la temperatura:
En invierno, más aceite de coco para que sea más fluida.
En verano, más manteca de karité para que sea más sólida.
También puedes añadir aceites esenciales, pero con precaución. Algunos, como los cítricos, pueden manchar la piel al sol. Siempre asegúrate de que sean aptos para uso corporal y haz una prueba en la parte interna del brazo para evitar alergias.
A mí el olor del coco me encanta, así que muchas veces no le añado nada más.
🪒 4. Cuchilla de afeitar reutilizable
Mi cuarto esencial es mi cuchilla de afeitar. Es una cuchilla clásica, de las que se ven en tiendas de barbas tipo hipster. Cuando fui a comprarla, me dijeron que era “de hombre” y que cortaba mucho. Pero en dos años me habré cortado tres veces, igual que con una cuchilla Venus normal.
Es resistente, duradera y mucho más estética. Si la cuidas bien (no dejarla en la bañera, secarla tras usarla, abrirla y limpiarla de vez en cuando), te puede durar toda la vida.
La compré en UnPacked, pero también las venden en tiendas de productos para barba. Las cuchillas de recambio me costaron 50 céntimos el paquete de cinco. Cada cuchilla me dura entre uno y tres meses, dependiendo de la frecuencia de uso.
🧼 Cómo se desmonta
La cuchilla se desmonta en tres piezas: la tapa, la cuchilla y la base con “peines” que ayudan al corte. Es fácil de montar y desmontar, y sirve tanto para mujeres como para hombres.
Al principio tenía miedo de cortarme, pero ahora lo hago rápido y sin problema. Y sí, si la cuidas, es para toda la vida.
🧘 Conclusión: pequeños cambios, gran impacto
Estos cinco productos son mis esenciales zero waste en el baño. No solo me ayudan a reducir residuos, sino que también me han mejorado la vida: mi piel está más sana, mi pelo más fuerte y mi conciencia más tranquila.
No se trata de ser perfecta, sino de hacer lo que podamos con lo que tenemos. Cada pequeño cambio suma. Y si algo no te funciona, busca otra alternativa. Lo importante es avanzar hacia una vida más sostenible, paso a paso.
💬 ¿Y tú? ¿Cuál te gustaría probar?
¿Hay algún producto que te haya llamado la atención? ¿Cuál te gustaría probar? ¿Cuál no usarías nunca? ¿Tienes algún esencial zero waste que yo no haya mencionado?
Déjamelo en los comentarios. Me encantará leerte y seguir aprendiendo contigo.











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