Cómo hacer tu propia loción corporal casera con ingredientes naturales
- Sustainable Teacher
- 15 nov 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 ago
Cada vez somos más las personas que buscamos alternativas naturales y sostenibles a los productos de cuidado personal convencionales. Reducir envases, controlar qué ponemos sobre nuestra piel y ahorrar dinero son solo algunos de los motivos para dar el paso hacia la cosmética casera.
En este artículo te enseño cómo preparo mi loción corporal casera con manteca de karité, aceite de coco y algunos aceites complementarios que potencian sus beneficios. Esta receta la utilizo en mi día a día, especialmente porque tengo la piel sensible y me resulta difícil encontrar cremas de farmacia que hidraten bien y, además, no resulten demasiado caras.
Si te interesa probar un producto sencillo, económico, eficaz y respetuoso con el medio ambiente, sigue leyendo porque te voy a contar ingredientes, pasos, consejos y hasta un par de trucos para que adaptes la receta a tu clima y a tu estilo de vida.
¿Por qué hacer tu propia loción corporal?
Existen múltiples razones para elaborar cosmética casera, pero las más importantes para mí son:
Evitar envases de un solo uso: cada bote de crema comprado en la farmacia o supermercado genera residuos. Al reutilizar un frasco y preparar mi propia crema, reduzco mi huella ambiental.
Cuidar la piel sensible: la mayoría de las cremas comerciales contienen fragancias, conservantes o aditivos que no siempre tolero bien. Preparando mi propia loción controlo qué lleva y evito reacciones.
Ahorro económico: las cremas de farmacia que funcionan para pieles delicadas suelen ser caras. Esta receta es mucho más económica y dura bastante tiempo.
Satisfacción personal: hay algo especial en usar un producto que tú mismo has elaborado.
Ingredientes principales
La receta básica de la loción corporal casera se centra en una base grasa nutritiva y en algunos aceites que aportan propiedades calmantes o aromáticas. Estos son los ingredientes que utilizo:
Manteca de karité: sólida a temperatura ambiente, muy nutritiva y protectora. Perfecta para pieles secas.
Aceite de coco: aporta suavidad y ligereza. Además, se encuentra fácilmente en formato de tarro de cristal, lo que ayuda a reducir plásticos.
Aceite de almendras dulces: tradicionalmente utilizado como emoliente, calma y suaviza la piel.
Aceite de caléndula: con propiedades calmantes y antiinflamatorias, ideal si sufres picores o irritaciones.
Aceite esencial de lavanda: aporta un aroma agradable y relajante.
Proporciones recomendadas
La proporción entre manteca de karité y aceite de coco debe adaptarse a la temperatura del lugar donde vivas:
En invierno o climas fríos: 2 partes de aceite de coco por 1 parte de manteca de karité. Esto evita que la loción quede demasiado dura.
En verano o climas cálidos: 2 partes de karité por 1 de coco. Así evitas que la crema se vuelva líquida como un aceite.
Los aceites complementarios (almendras, caléndula y lavanda) se añaden en pequeñas cantidades: entre 20 y 30 gotas de cada uno en un tarro de tamaño medio.
⚠️ Precaución con los aceites esenciales: antes de usarlos haz una prueba en la piel (en la parte interna del brazo) para comprobar que no eres alérgico. Además, nunca superes el 2% del total de la mezcla en aceites esenciales.
Utensilios necesarios
Una jarra de cristal resistente al calor (tipo Pyrex).
Una olla para preparar el baño maría.
Una cuchara metálica.
Un paño de cocina (truco para evitar que la jarra golpee el fondo al hervir).
Frasco reutilizado con tapa (puede ser de cristal o de una crema anterior).
Procedimiento paso a paso
Método tradicional al baño maría
Preparar la base grasa: coloca la jarra de Pyrex dentro de la olla con agua caliente. Añade la manteca de karité y el aceite de coco en la proporción adecuada según tu clima.
Derretir: espera a que ambos ingredientes se fundan. Remueve suavemente con la cuchara para integrar.
Dejar templar: retira la jarra del agua y espera unos 30 minutos a que la mezcla se enfríe un poco.
Añadir aceites complementarios: incorpora las gotas de aceite de almendras, caléndula y lavanda. Mezcla bien.
Envasar: vierte la mezcla en el frasco elegido. No lo cierres del todo para que pueda salir el calor residual.
Refrigerar: guarda el frasco en el frigorífico durante 1-2 horas para que adquiera la textura final.
Método rápido en microondas
Cuando voy con prisa utilizo este sistema:
Coloca la manteca de karité y el aceite de coco directamente en la jarra de Pyrex.
Calienta en el microondas a potencia media durante 3-4 minutos hasta que se derrita.
Deja templar, añade los aceites complementarios y mezcla.
Refrigera de la misma manera que en el método tradicional.
Consejos prácticos
Textura aceitosa: es cierto que esta loción puede resultar grasa. Yo la aplico por la noche, antes de dormir, para que hidrate profundamente durante horas.
Reutiliza envases bonitos: puedes dar nueva vida a frascos de cremas antiguas. Yo uso uno que era de mi madre y queda genial.
Conservación: guarda la manteca de karité en la nevera si compras mucha cantidad, así evitarás que se ponga rancia.
Personalización: puedes variar el aceite esencial para darle otros aromas (cítricos, menta, árbol de té…), siempre respetando la norma del 2%.
Beneficios de esta loción casera
Hidratación intensa gracias a la manteca de karité y al aceite de coco.
Alivio de picores por las propiedades calmantes de la caléndula y el almendras.
Aroma natural y relajante gracias al aceite de lavanda.
Reducción de residuos al reutilizar envases y evitar comprar cremas en plástico.
Ahorro económico en comparación con las cremas de farmacia.
Reflexión final
Hacer tu propia loción corporal no requiere conocimientos avanzados ni materiales complicados. Solo necesitas ingredientes básicos, un poco de organización y ganas de experimentar.
Para mí se ha convertido en una rutina de autocuidado sostenible: hidrato mi piel sensible, reduzco envases y ahorro dinero. Y lo más importante, disfruto de la satisfacción de elaborar algo útil con mis propias manos.
Te invito a que pruebes la receta y la adaptes a tus gustos. Puede que al principio te sorprenda la textura, pero una vez te acostumbras, apreciarás la suavidad y nutrición que deja en tu piel.
Si te animas, cuéntame en comentarios cómo te ha ido o si has modificado la receta con otros aceites. Estoy deseando conocer vuestras experiencias.
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