Cómo organizarse para estudiar varios exámenes a la vez | Técnicas de estudio
- Sustainable Teacher
- 19 nov 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 ago
Hoy vamos a hablar de algo que todos los estudiantes conocen muy bien: la temida semana de exámenes del final del trimestre. Esa en la que se nos acumulan varias pruebas en pocos días y, si no nos hemos organizado bien, puede convertirse en un auténtico caos.
En este blog voy a compartir contigo el sistema que yo misma utilizaba (y que sigo recomendando a mis alumnos). Un método sencillo, realista y que combina todo lo que hemos visto antes en otros posts y vídeos: cómo preparar deberes, cómo estudiar para un examen y cómo organizarse mejor.
Vamos a imaginar que eres estudiante de 3º de ESO, con exámenes de casi todas las asignaturas, y que tienes unas tres semanas para prepararlos. A partir de ahí, vamos a diseñar juntos un plan de estudio con calendario, repeticiones espaciadas y repaso final.
1. El problema: demasiados exámenes en poco tiempo
El final de trimestre suele ser un maratón.En pocos días tienes que rendir en Matemáticas, Lengua, Inglés, Francés, Biología, Física y Química, Geografía e Historia, Tecnología, Música… y alguna más. Aunque algunas asignaturas no siempre hacen examen final (como Educación Física o Religión), la mayoría sí lo hacen.
Lo complicado no es solo la cantidad de exámenes, sino que cada asignatura exige un esfuerzo diferente:
En Matemáticas necesitas resolver problemas y practicar mucho.
En Biología o Historia hay más contenido teórico y de memorización.
En idiomas, la preparación se centra en vocabulario, gramática y comprensión.
En Música o Tecnología los temas pueden ser más cortos, pero no por ello menos importantes.
Si intentas abarcar todo a última hora, es fácil que te agobies y no consigas un buen resultado. Por eso es clave anticiparse y planificar.
2. Estimar el tiempo que necesita cada asignatura
Antes de hacer un calendario, párate a pensar:
👉 ¿Cuántas tardes necesito para preparar bien cada tema o cada examen?
Asignaturas más ligeras (Música, Inglés, Francés si se te dan bien): 1 tarde por tema puede ser suficiente.
Asignaturas con contenidos densos (Matemáticas, Física y Química, Biología): mejor reservar 2 o incluso 3 tardes por tema.
Ejemplo práctico:
Matemáticas → 3 tardes.
Francés → 2 tardes.
Lengua → 2 tardes.
Tecnología → 3 tardes.
Inglés → 1 tarde.
Música → 1 tarde.
Física y Química → 2 tardes.
Geografía e Historia → 2 tardes.
Biología → 2 tardes.
En total: unas 20 tardes de estudio.
3. Diseñar el calendario
Ahora toca repartir el trabajo en el tiempo disponible.Imagina que empiezas 3 semanas antes de la semana de exámenes (21 días, 15 tardes de estudio más los fines de semana).
Pasos:
Apunta en tu calendario las fechas de los exámenes. Así tendrás claro qué va primero y qué va después.
Empieza por las asignaturas que se examinan antes. No tiene sentido preparar Biología si el examen es el último día; mejor empezar por Matemáticas si va el lunes.
Deja los últimos dos días antes de la semana de exámenes solo para repasar. Ese fin de semana no debes aprender nada nuevo, solo consolidar lo que ya sabes.
4. El truco: repeticiones espaciadas
Uno de los errores más comunes es estudiar todo de golpe y olvidarlo al cabo de dos días.La clave está en la repetición espaciada: revisar varias veces el mismo contenido en días diferentes para consolidarlo en la memoria.
Ejemplo:
Día 1 → Estudio el tema de Matemáticas.
Día 5 → Lo repaso rápidamente.
Día 10 → Segundo repaso.
De este modo, cuando llegue el examen, el contenido ya está asentado.
5. Ejemplo de calendario ficticio
Vamos a verlo aplicado a un ejemplo concreto.
Semana 1:
Lunes: Matemáticas (1ª sesión) + Francés (1ª sesión).
Martes: Matemáticas (2ª sesión).
Miércoles: Lengua (1ª sesión) + Tecnología (1ª sesión).
Jueves: Inglés + Música.
Viernes: Física y Química (1ª sesión) + Geografía (1ª sesión).
Fin de semana: repasos cortos de lo visto.
Semana 2:
Lunes: Matemáticas (3ª sesión) + Francés (2ª sesión).
Martes: Lengua (2ª sesión) + Tecnología (2ª sesión).
Miércoles: Biología (1ª sesión).
Jueves: Física y Química (2ª sesión) + Geografía (2ª sesión).
Viernes: Tecnología (3ª sesión).
Fin de semana: repeticiones espaciadas de lo trabajado.
Semana 3 (justo antes de exámenes):
Lunes: Biología (2ª sesión).
Martes: repasos de Francés e Inglés.
Miércoles: repaso de Lengua y Música.
Jueves: repasos de Matemáticas y Física y Química.
Viernes: repaso de Historia y Tecnología.
Sábado y domingo: repaso general de todas las asignaturas.
De este modo, el viernes antes de la semana de exámenes ya habrás terminado de estudiar todos los temas. El fin de semana será solo de repaso final y la tarde de antes de cada examen podrás dedicarla exclusivamente a repasar la asignatura del día siguiente.
6. Consejos para sobrevivir a la semana de exámenes
No empieces nada nuevo en la semana de exámenes. Solo repasa.
Duerme bien. Una noche en vela te resta más puntos de los que te da.
Cuida tu alimentación. Come ligero, bebe agua y evita el exceso de cafeína.
Haz descansos. Cada 50 minutos, 10 de pausa.
Haz simulacros. Intenta resolver preguntas o ejercicios como si fuera el examen real.
Mantén una actitud positiva. No pienses en lo que no has hecho, sino en todo lo que ya llevas preparado.
7. ¿Y si coinciden dos exámenes el mismo día?
Esto puede pasar. Lo ideal es que los centros organicen los exámenes de forma equilibrada (un difícil y uno fácil el mismo día, no dos o tres difíciles juntos).
En ese caso, la clave es:
Preparar primero la asignatura más difícil en las semanas previas.
Dejar la más sencilla para repasarla la tarde anterior.
Conclusión
Organizarse para los exámenes finales del trimestre no es imposible, aunque a veces lo parezca. Con un buen calendario, repeticiones espaciadas y un último repaso estratégico, puedes llegar mucho más preparado y sin sentir que el mundo se te viene encima.
Recuerda:
Empieza con antelación.
Divide el estudio en sesiones realistas.
Usa la repetición espaciada.
No dejes nada para el último momento.
Y lo más importante: cree en tu propio sistema. No existe una única forma correcta de organizarse, pero este método puede ser un punto de partida que luego adaptes a tu forma de estudiar.











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