Dos técnicas efectivas para estudiar mejor: repetición espaciada y recuerdo activo
- Sustainable Teacher
- 24 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 15 oct
En este artículo vamos a ver dos técnicas para estudiar que van más allá del subrayado, el resumen o el esquema.
Esas técnicas básicas ya las conocemos todos y hay muchísimos vídeos explicándolas.
Hoy quiero hablarte de cómo hacer que lo que estudias realmente se quede en tu memoria.
El problema de estudiar sin retener
A muchos nos pasa: hacemos esquemas preciosos, usamos colores, repasamos… y cuando llega el momento de estudiar de verdad, nada se queda.
Esto ocurre porque el trabajo de memorización es distinto al de comprensión o resumen.
Por eso hoy quiero enseñarte dos técnicas científicamente avaladas que mejoran la retención a largo plazo.
Yo las conocí gracias al YouTuber Ali Abdaal, aunque el vídeo original está en inglés.
Curiosamente, me di cuenta de que yo las había usado toda mi vida sin saber que eran “técnicas de estudio”.
Y me han funcionado muy bien, así que quiero explicártelas paso a paso.
1. La repetición espaciada
La repetición espaciada consiste en repasar la información a intervalos regulares, aumentando el tiempo entre cada repaso.
El objetivo es reforzar la memoria a largo plazo y evitar que el cerebro olvide lo aprendido.
Puedes usarla con cualquier método: esquemas, resúmenes, grabaciones, fichas o lectura en voz alta.
Lo importante no es cómo estudies, sino cuándo repites el contenido.
Cómo aplicarla
Imagina que tienes que preparar un examen con cuatro temas.
Semana 0: Empiezas el tema 1 en clase. No hace falta repasar aún.
Semana 1: Terminas el tema 1 y lo repasas el fin de semana.
Semana 2: Empiezas el tema 2. El fin de semana, repasas el tema 1.
Semana 3: Terminas el tema 2. Ese fin de semana repasas solo el tema 2.
Semana 4: Empiezas el tema 3. Aprovecha para repasar el 1 y el 2.
Semana 5: Terminas el tema 3. Repasa solo el 3.
Semana 6: Empiezas el tema 4 y repasas los anteriores.
Semana 7: Terminas el tema 4 y haces un repaso general antes del examen.
Este sistema te permite mantener todos los temas activos en la memoria sin saturarte.
Entre semana puedes repasar brevemente lo visto en clase y dejar los repasos más intensos para el fin de semana.
2. El recuerdo activo (Active Recall)
La segunda técnica se llama recuerdo activo (Active Recall en inglés).
Consiste en forzar al cerebro a recuperar la información sin mirar los apuntes, en lugar de releer pasivamente.
Cuando simplemente lees y crees que “ya lo sabes”, en realidad no estás entrenando la memoria, solo el reconocimiento.
El recuerdo activo, en cambio, estimula la memoria de trabajo y consolida el aprendizaje.
Cómo aplicarlo
La forma más común es usar tarjetas o flashcards.
Por ejemplo:
Si estudias vocabulario de inglés, escribe la palabra en español por un lado y en inglés por el otro.
Si estudias historia, pon la fecha en un lado y el acontecimiento en el otro.
Si estudias biología, divide los temas largos en partes pequeñas (por ejemplo, digestión en la boca, estómago e intestino).
Lo importante es hacer preguntas concretas y cortas, para que puedas practicar el recuerdo muchas veces.
Aplicaciones para practicar
Si no te gustan las tarjetas de papel o quieres algo más dinámico, existen varias aplicaciones muy útiles.
AnkiApp
Es una de las más conocidas.
Permite crear tus propias tarjetas o usar sets ya creados por otros usuarios.
Cada tarjeta tiene un algoritmo de repaso inteligente que detecta cuáles te sabes bien y cuáles necesitas repetir más.
El sistema te mostrará con más frecuencia las que fallas y te irá espaciando las que dominas, aplicando automáticamente la repetición espaciada.
Puedes ver tus estadísticas en el panel principal: número de tarjetas, tiempo de estudio, evolución y porcentaje de aciertos.
Quizlet
Funciona de forma similar, aunque el algoritmo no es tan preciso.
Su ventaja es que permite jugar con las tarjetas, lo que la hace ideal para repasar vocabulario o conceptos.
Crea crucigramas, trivials o sopas de letras automáticamente a partir de tus sets de estudio.
Puedes usar tarjetas creadas por otros usuarios o crear tus propias colecciones.
En resumen
Estas dos técnicas —repetición espaciada y recuerdo activo— son la combinación perfecta para estudiar mejor y recordar durante más tiempo.
No se trata de estudiar más horas, sino de estudiar con estrategia.
Primero organiza tus repasos en el tiempo, y luego activa tu memoria intentando recordar la información sin mirar los apuntes.
En poco tiempo notarás cómo tu estudio se vuelve más efectivo y tus resultados mejoran.
Déjame en los comentarios si ya has probado alguno de estos métodos, o si tienes otro sistema que te funcione bien.
Y, por supuesto, nos vemos pronto.











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